Solo por hoy sé amable

Cada ser con el que nos toca convivir, persona, animal, vegetal o mineral, se merece nuestro respeto y buen trato. Es parte de crearnos un entorno de energía armónica, siempre partiendo de nosotros mismos y la relación con el afuera.

Cuando proyectamos sentimientos genuinos de amorosidad y energía positiva, pronto comenzamos a recibirlos también nosotros.
Por el contrario, cuando proyectamos sobre los demás sentimientos negativos o indiferencia, nos sentimos alejados de nuestro eje, es como despreciar o ser indiferentes con nosotros mismos.

El primer paso para trabajar este tipo de amabilidad es quererte y respetarte a vos. Erradicar las propias críticas, y las opiniones desvalorizadas de tu persona, porque esto es lo que reflejas a los demás.
Cuando no podes amarte incondicionalmente a vos mismo, ese criterio te lleva a la infelicidad e insatisfacción. Pero, además, disminuye la alegría en nuestros actos cotidianos, y en nuestras relaciones con los otros, a los que valoramos de una forma tan baja como lo hacemos con nosotros mismos. Apenas logramos introducir este amor propio bien entendido en nuestras relaciones, notaremos que comienza una transformación sanadora.
Y cuando te toque enfrentarte a relaciones difíciles, intentá acércate con respeto y amor.

Trabajando cotidianamente con Reiki ejercitaremos la amabilidad hacia nuestro interior, y hacia el entorno que nos rodea, todos nuestros compañeros planetarios.